Tiempos de Respuesta Insolvencia
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- Designación Conciliador en insolvencia: 3 días hábiles
- Aceptación de la designación por parte del Conciliador: 2 días hábiles
- Verificación de requisitos de ley que debe cumplir la solicitud: 5 días
- Fijación de fecha para audiencia de Conciliación: Dentro de los 20 días siguientes a la aceptación de la solicitud
- Duración del proceso de negociación de deudas: El deudor y el acreedor de mutuo acuerdo pueden prorrogar el término anterior 30 días más. 60 días
- Resultado de la negociación: Acuerdo o no acuerdo
Insolvencia
En términos muy resumidos, al declararnos en insolvencia, lo que hacemos es llamar a nuestros acreedores (sin importar que sean personas o empresas) y pedirles que lleguemos a un acuerdo de pago propuesto por nosotros.
Este acuerdo debe ser validado por un juez y aceptado, al menos, por los acreedores a quienes les debemos más de la mitad del monto total. Es importante aclarar que cualquier proceso judicial relacionado con el cobro de estos créditos se detendrá mientras hace curso el trámite de insolvencia.
Si llegamos a lograr un acuerdo, estaremos en la obligación de cumplirlo. Si no lo cumplimos podemos intentar una segunda negociación de deudas.
Sin embargo, si no llegamos a un acuerdo (en la primera o segunda oportunidad), el juez podrá declarar la liquidación patrimonial y nuestros acreedores podrán pagarse con los bienes de los que dispongamos (apartamentos, carros, etc.). Una vez nuestros bienes han sido liquidados (aun si no tenemos bienes), las porciones de las obligaciones que no alcanzamos a pagar no podrán volver a ser exigidas.
La ley de insolvencia económica es la última estrategia para salir de deudas. Si ya hemos agotado las opciones que nos permiten recuperar nuestro flujo de caja, como el re diferido, la compra de cartera, la consolidación de deudas, hacer una renegociación o una reestructuración, y tampoco se pueda cumplir con las condiciones de una reparadora de deuda, esta es nuestra opción final. Nuestros activos no alcanzan para cubrir el total de lo que debemos nuestros pasivos. Si además, tenemos una situación crítica de iliquidez -es decir, no tener el efectivo suficiente para cumplir con nuestros gastos y obligaciones-, lo más probable es que no encontremos una solución para salir de deudas.
En este escenario, cuando ya no hay nada más que podamos hacer para normalizar nuestra vida crediticia, es que podemos declararnos insolventes y volver a comenzar en nuestras finanzas personales.